Piel seca

La piel seca es un biotipo cutáneo en el cual las glándulas sebáceas y sudoríparas son más pequeñas y secretan menor cantidad de sebo y sudor con respecto a la piel normal, determinando así ciertos síntomas que le son característicos.

La escasa producción de sebo y agua hace que el manto hidrolipídico sea insuficiente y con un PH con tendencia a la alcalinidad. Estas condiciones generan un estrato córneo seco, poco flexible y sensible. El espesor de las capas de la piel está disminuido, los orificios foliculares son casi imperceptibles, la piel es fina y puede observarse la red vascular de la dermis debido  a la delgadez de la epidermis.

Existen tres tipos de piel seca:Porción de tierra seca

  1. Piel seca alípica: fase acuosa normal y oleosa deficiente. Muy opaca, con tendencia a la eritrosis.
  2. Piel seca deshidratada: agua insuficiente y sebo normal. Tendencia a la irritación, de aspecto deslucido.
  3. Piel seca xerodérmica: fases acuosa y grasa insuficientes.

Si tienes piel seca, sabrás muy bien de qué te hablo y es muy probable que experimentes alguno de los siguientes síntomas:

  • Sensación de tirantez, sequedad, especialmente después de bañarte
  • Descamación leve a severa
  • Aspereza al tacto
  • Opacidad
  • Picazón (prurito) que a veces puede ser intensa, irritación
  • Líneas finas, grietas, arrugas
  • Enrojecimiento
  • Telangiectásias (comunmente llamadas «arañitas»)

Una de las problemáticas de la piel seca es la reducción de su capacidad para retener agua. Esta cualidad depende de la concentración de los factores naturales de humectación (NMF). Entre los más importantes se encuentran: urea, aminoácidos, ácido pirrolidón carboxílico (PCA), lactato, electrolitos. Al estudiar la piel seca se observa que el porcentaje de los NMF está reducido (especialmente la urea) aumentando la pérdida de agua transepidérmica (TWEL). Los corneocitos, para evitar la deshidratación, llegan a compactarse tanto entre sí que se superponen demasiado formando una barrera celular compacta.

A medida que la piel se vuelve más seca las células se tornan rígidas y pierden flexibilidad, ocasionando agrietamientos. El cambio cualitativo y cuantitativo de los lípidos de origen epidérmico (ceramidas, colesterol y ácidos grasos poliinsaturados) presentes en el espacio intercelular de los estratos córneo y granuloso ocasiona alteraciones en la función barrera de la piel. Esta modificación incrementa aún más la exposición de las células al medio ambiente conduciendo a una mayor pérdida de agua, a una resequedad más acentuada y a mayor vulnerabilidad frente a los factores ambientales. Estudios en piel seca informan sobre el enlentecimiento del metabolismo celular con disminución del ácido linoleico (ácido graso esencial omega 6) y de su metabolito ácido gamma-linolénico.

La falta de una adecuada humectación perturba los procesos de descamación. La células muertas no se desprenden normalmente y quedan en la superficie originando áreas con piel escamosa y otras con espesor aumentado generalmente en nariz y mentón. También desarrolla precozmente pliegues y arrugas por la falta de elasticidad; tiene tendencia a reacciones alérgicas y poca tolerancia a la intemperie y a los jabones.

Comienza a cuidar tu piel

Para lograr una piel saludable es necesario elevar los niveles de humectación reteniendo el contenido hídrico en el estrato córneo y aportando agua desde fuera. Los productos cosméticos humectantes devuelven humectación a la piel otorgándole suavidad y flexibilidad. También ayudan a que se recupere por sí sola. Te recomiendo usar texturas ricas y untuosas como emulsiones o cremas w/o (water in oil), las cuales poseen una proporción mayor de aceite que de agua. Las formulaciones cosméticas con activos encapsulados en liposomas son ideales para prevenir la pérdida de agua. Cuando contienen activos como ceramidas y fosfolípidos resultan eficaces para reparar pieles con la barrera lipídica alterada. Si transportan por ejemplo, agua, ácido hialurónico, urea o ácido linoleico funcionan como excelentes hidratantes.

El tratamiento intensivo más eficaz que encuentras en el gabinete cosmetológico utiliza la electroporación para incorporar sueros biológicos con activos hidratantes y remineralizantes que la piel seca necesita.

Integrando el cuidado de tu piel en casa y realizando tratamientos periódicos en el gabinete promoverás la recuperación y el mantenimiento de la piel a lo largo del tiempo.

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Hidratación cutánea

Una alimentación rica en frutas y verduras, así como el uso de productos hidratantes y nutritivos son las mejores acciones que puedes emprender para mantener tu piel sana y bella.

La hidratación es un factor esencial en el mantenimiento de la juventud y la vitalidad de la piel en cualquier época y edad. La presencia de agua en la dermis y la epidermis da elasticidad a la piel (previniendo la aparición de arrugas), y le otorga un aspecto joven y resplandeciente. Cuando la capa córnea tiene un grado de hidratación inferior al 10% aparecen los primeros síntomas de deshidratación. Una piel deshidratada presenta sensación de

mujer joven salpicando su cara con agua

La piel hidratada es turgente, luminosa, fresca, de aspecto saludable

tirantez y aspecto opaco y deslucido. La piel es especialmente susceptible a las agresiones externas, es común que la epidermis sufra con facilidad estados de deshidratación en su estrato córneo. Además, sucede que con la edad el metabolismo celular se enlentece, produce menos sebo y agua y entonces el contenido hídrico disminuye. Sin embargo, ésto no significa que las pieles jóvenes no sufran deshidratación. Existen muchos factores que reducen la capacidad de la piel de retener agua: cambios climáticos, radiaciones UV, higiene excesiva, cosméticos inadecuados, ciertos medicamentos…

El adecuado consumo de agua previene la deshidratación del organismo, limpia el cuerpo y ayuda en los procesos de curación. Los especialistas recomiendan beber de un litro y medio a dos de agua, diariamente. Un cálculo aproximado puede ser 30 ml por kilo de peso. De todos modos, la cantidad de agua a beber dependerá del tipo de alimentación que lleves, del ejercicio físico que hagas y del clima. Los zumos de frutas recién exprimidas son excelentes no sólo por aportar agua sino para abastecer de nutrientes a las células. Ten en cuenta también, que el consumo de alcohol y tabaco, la sobreexposición solar, una alimentación desbalanceada y exponerse por largos períodos a ambientes demasiado fríos o calientes son más factores que conducen a la pérdida de humedad.

Hidratar la piel de todo el cuerpo ayuda a mantener en buen estado el manto hidrolipídico (emulsión formada por el sebo, el agua y ciertos emulgentes sobre la superficie cutánea), que actúa como barrera protectora contra las agresiones externas. Los productos cosméticos hidratantes, aplicados diariamente, aportan a la piel la dosis necesaria para mantener su humedad mejorando su textura, turgencia y lozanía. La piel de la cara, por estar expuesta es susceptible a perder humedad, pero recuerda que el resto del cuerpo también recibe agresiones de componentes químicos como jabones y geles que favorecen la deshidratación del estrato córneo. En casa, para cuidar tu piel puedes aplicar el hidratante en tu cara una o dos veces al día (mañana y noche), después de la higiene y antes del maquillaje. Si tu piel está muy deshidratada puede que necesites una aplicación más a mitad del día. Para humectar el cuerpo el mejor momento es luego del baño. Una manera de potenciar el efecto de los hidratantes es exfoliar la piel dos veces por semana; al remover las células muertas la absorción del producto será mayor. También puedes realizar al menos una vez al mes una hidratación profunda en el gabinete de estética.

La industria cosmética ofrece una amplia gama de humectantes/hidratantes. Los productos humectantes (higroscópicos) actúan regulando el porcentaje de agua ya sea captándola del ambiente o de la propia piel; están los que además tienen agua en su estructura. Los productos hidratantes son oclusivos, su función es retener el agua retrasando su evaporación (no aportan agua). Las formulaciones cosméticas con activos encapsulados en liposomas son ideales para prevenir la pérdida de agua. Muchos estudios demuestran que los liposomas, de por sí, son sistemas capaces de aumentar la hidratación cutánea, ya que su composición está estrechamente relacionada con los lípidos presentes entre los corneocitos. Cuando las formulaciones con liposomas contienen activos como ceramidas y fosfolípidos resultan eficaces para reparar pieles con la barrera lipídica alterada. Si transportan por ejemplo, agua, ácido hialurónico, urea o ácido linoleico funcionan como excelentes hidratantes. El ácido hialurónico (AH) funciona atrayendo moléculas de agua para mantener un nivel óptimo de hidratación  en los tejidos. La molécula de AH posee una alta capacidad de atracción de moléculas de agua y es capaz de expandirse y aguantar compresiones elevadas. Las ceramidas son una clase de lípidos presentes en la capa córnea que mantienen la unión de las células evitando que éstas se descamen, además regulan el intercambio de líquidos entre la piel y el medio externo.

Acudir a la profesional de la estética para valorar el grado de deshidratación de la piel posibilita planificar el tratamiento adecuado para restablecer el grado de humedad y prevenir el envejecimiento causado por el estrés oxidativo y los factores externos. El diagnóstico constará de un examen visual y palpable, y en algunos casos, la profesional utilizará un corneómetro para medir la conductividad de la superficie cutánea y saber así el nivel de hidratación. El tratamiento hidratante apuntará a mejorar la fijación de la molécula de agua al tejido. Utilizando productos y aparatología específicos, es posible regular la hidratación que la piel requiere para funcionar normalmente.

Según tu biotipo cutáneo será la hidratación adecuada. Piel grasa no es sinónimo de hidratada. Muchas veces las pieles con exceso de grasa tienen escasa agua. Lo recomendable en este caso es la aplicación de un producto que absorba el sebo y mantenga la humedad de la piel. La piel seca, si tiene alteradas sus fases acuosa y grasa necesitará activos hidratantes en vehículos cremosos, untuosos.

Recuerda: si tienes más de 35 años (o menos si tu piel está expuesta al fotodaño) el cosmético que uses además de aportar humedad debe incluir antioxidantes que prevengan el envejecimiento cutáneo y estimulen la reparación del tejido.

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